Tenía mucho que no devoraba un libro, quizá porque empecé a leer en la tablet, pero la sensación de las páginas, el peso del libro y usar un separador regresó el sentido de aventura para terminar Super Freakonomics. Aviso, esto no es una reseña, son ideas resaltadas con un marcatextos que me parecieron interesantes.
Sí, marqué el libro. Hace tiempo, hará unos 20 años, un profesor me enseñó que podía (y debía) faltarle el respeto a los libros: marcarlos, doblarlos, cerrarlos y hasta brincarme páginas. Entonces, ya entrado en la página 33 me encontré un grandioso ejemplo de storytelling con datos y algo de framing.
Según el libro, en el verano del 2001, en Estados Unidos se conoció como “el verano del tiburón” por un ataque muy sonado a un infante. Ese año hubo 68 ataques de tiburón y cuatro fatales. Lo que no se dice es que ese año, la media de ataques de escualos fue la misma que los cinco años previos y los cinco posteriores.
Hay más personas que mueren por ataques de vacas, pero las vacas no nos emocionan como un tiburón. Y bueno, esa idea me resultó interesante para las clases que doy.
Otra idea para arrancar: “el enfoque económico se propone abordar un tema cualquiera sin miedo ni favoritismos, dejar que los números digan la verdad”. Este argumento empezó a hacerme cosquillas porque ahora todo tiene que ver con datos y con números. Pero los números en sí mismos no dicen gran cosa, son fríos, en efecto, pero su interpretación –sus correlaciones– son todo menos frías. Y eso, eso tiene algo muy atractivo para trabajar.
Entremos con las freakonomics
En algún punto de las primeras 50 páginas aparece la frase: “para cambiar el mundo, primero hay que comprenderlo”. Definitivamente no es ciencia nuclear y todos lo sabemos, pero es que hay mucho, pero mucho, que no sabemos. Sí, es imposible saberlo todo, pero los números no mienten y, aunque hay miles de millones de datos, hay que saber qué y dónde ver.
Total, enumeraré mis rayaduras, espero hagan algún sentido, pero para mí, es lo más rescatable.
- (El mundo) “está determinado por la ley de la oferta y la demanda, que a veces es más poderosa que las leyes que hacen los legisladores”.
- “Mucha gente cree que ha nacido con algunas dotes inherentes, pero alguien no puede alcanzar ningún tipo de rendimiento excepcional sin haber pasado muchísimo tiempo perfeccionándolo. Los expertos casi siempre se hacen, no nacen”.
- “Las instituciones son, por naturaleza, organismos grandes e inflexibles con feudos que hay que defender y reglas que no deben romperse”. Por mucho, para un rojillo vergonzante, es la base de una revolución (probablemente muy necesaria).
- “Un aspecto fundamental y frustrante de la naturaleza humana: es difícil cambiar de conducta. El ingeniero más listo (…) puede encontrar una solución fácil y barata a un problema, pero si ello exige que la gente cambie de manera de comportarse, puede que no dé resultado”.
- Este punto habla de calentamiento global y me pareció muy interesante el approach aunque lo que quisiera destacar es que “cuando se quita el fervor religioso y la complejidad científica, en el núcleo del (inserte tema social que gusta y prefiera) queda un problema increíblemente simple“. Algún día profundizaré sobre la teoría de la fragmentación.
- Intellectual Ventures: quiero trabajar ahí, al menos por lo que leí y sigo leyendo, es el paraíso de los ñoños. Si tengo éxito, les contaré.
- Sobre Dr. Who y mi childish issues: “¿Doctor? ¿Es usted alguna clase de científico?. Y el doctor decía “señor, soy toda clase de científico” y eso es lo que yo quiero ser, toda clase de científico”.
- “Las soluciones deberían ser baratas y simples siempre que se pueda”. Aquí los autores ahondan en una plétora de ejemplos que la sociedad y la gente rechaza por ser “tan simples”. Hago una pausa y recuerdo todas las veces que The lighter side of science se ha burlado de esto.
Dos freak-ideas más
Las siguientes dos ideas tienen un no se qué, que qué se yo que invito a rumiar. Al menos yo lo haré.
La primera: “en el mundo moderno, tendemos a creer que cómo mejor se resuelven las conductas peligrosas es mediante la educación“. Ya he dicho que deberíamos pensar en otro enfoque para educar a las personas, pero haciendo alusión a un meme: se acuerdan cuando culpábamos a los problemas del mundo por la falta de información: hoy tenemos internet y estamos peor.
La segunda habla y explica la deriva cognitiva. Bueno no hay mucha información como tal, en el libro la explican relacionada al uso de computadoras. Dice algo así: “si pasa mucho tiempo entre que una persona da clic en algo, y el sistema reacciona, la mente de las personas ya se fue de dónde estaba”. Si cuando vamos por algo a la cocina y nos quedamos viendo el refri por qué olvidamos a qué íbamos, cómo sucederá con interfases digitales.
Entonces, la educación es una solución, puede que sí, pero como explica el libro, todos necesitamos incentivos adecuados y, el costo actual de la educación es todo, pero no es nada estimulante. Dos, los números son claros y fríos, pero las personas no: leemos e interpretamos con el corazón y puede que ahí esté la solución o el error.
Por último, este libro me inspiró para plantear un nuevo problema creativo, pero lo veremos más adelante.