Hace tres años mi querido Aldito me regaló varios libros. Entre ellos, Fueras de serie (Outliers), de Malcolm Gladwell. De entrada, la traducción al español me parece bastante mala, sería más atinada más la traducción literal: valores atípicos.
Total que lo leí. Se trata, básicamente de explicar, a través de una serie de historias, que el éxito es algo más fuerte y poderoso que únicamente la meritocracia, no son las famosas 10 mil horas para hacerte experto en algo. Hay algo más, y es lo que Gladwell explora en su libro.
Ese algo más consiste en una serie de detalles e influencias que nos permiten ser lo que somos. Así, por ejemplo, uno de los elementos es nuestra ascendencia y etnia, lo que aprovecha para explicar por qué los judíos son tan eficientes y económicamente efectivos a pesar de toda su historia, o mejor dicho, aprovechando su historia. O cómo el honor pesa sobremanera a ciertos niveles socioeconómicos. O la suerte.
En sus primeras páginas da cuenta de que “en las autobiografías publicadas se repite invariablemente que nuestro héroe nace en circunstancias modestas y, en virtud de su empuje y talento, se abre camino a la grandeza”. Y es que sí, a todos nos inspiran esas personas y las admiramos.
Nos repetimos ‘cuando sea grande quiero ser como tal’.
Pero, en serio, veamos más a fondo. Se cuenta que Bezos (de Amazon) se hizo a sí mismo, renunció a su trabajo como director financiero y empezó el mayor e-commerce en un garage. Suena bien ¿no? Pero la mayoría de las veces se obvia un pequeño detalle: Bezos empezó Amazon con 250 mil dólares que le prestaron sus papás. Digo, el esfuerzo se aplaude, la visión aún más, pero con un capital semilla de ese tamaño, yo también podría empezar un negocio.
Dice el autor que ”contamos historias del tipo hecho a sí mismo porque encontramos algo encantandor en la idea de una heroica lucha solitaria contra probabilidades abrumadoras”.
Algunos rayones de Fueras de serie
- En Dinamarca (mi obsesión de país) se aplaza la selección (de los talentos) hasta que se hayan nivelado las diferencias de madurez debidas a la edad relativa.
- Los sistemas que hemos fijado para determinar quién adelanta no son particularmente eficaces.
- Los fueras serie de un campo alcanzan el estatus más alto mediante una combinación de capacidad, oportunidad y ventaja arbitraria.
- Diez mil horas es el número mágico de la grandeza. Estas horas de práctica te hacen experto.
- Para ser un experto, alguien tiene que darte la oportunidad de serlo. Uff, alguien tiene que creerte cuando dice que puedes con todo, y apoyarte. Tristemente, muchas veces hacemos todo lo contrario y pisoteamos las ideas de quien sea.
- Uno de los principales motivos por los que un catedrático acepta un sueldo inferior al que podría cobrar en la empresa es que la vida universitaria le da la libertad de hacer lo que quiera hacer, lo que considere correcto.
- Nuestra capacidad de tener éxito en lo que hacemos está poderosamente relacionada con el lugar de donde somos.
- Ligado a la idea de arriba, a veces, el lugar del que venimos, nos juega en contra, por lo tanto a la gente, cuando la apartas de su cultura, se puede reprogramar para ser mejor, más grande.
Ideas interesantes
El efecto Mateo es un término acuñado por un sociólogo que tomó una idea de las escrituras para describir nuestra realidad: al que tiene le será dado y tendrá más, y al que no tiene lo que tiene le será quitado. Es una idea tremendamente poderosa porque, al final, es un brevísimo reflejo de los errores de nuestro sistema. Los ricos amasan más poder y los pobres cada vez se distancian más de una vida digna. Los que no tienen nada diario ya deben lo que no poseían. Auch.
Índice de distancia al poder. Aunque no es nuevo, no lo conocía, y está basado en las Dimensiones Culturales, de Hofstede. ¿Qué dice? Que las personas ”menos poderosas” de cualquier sociedad aceptan la inequedad en el poder como viene. Este es un rasgo cultural (muy de México, por ejemplo) en el que no solo se acepta como dogma de fe, pero tampoco se cuestiona. Las culturas con un alto índice de distancia al poder tienen una comunicación deficiente y se someten, sin más, a la jerarquía.
Además de la capacidad de una persona, Outliers explora la combinación de los dos elementos que permiten a alguien ser exitoso: la oportunidad (además de un profundo interés) y tu herencia. Lo primero, las oportunidades –que hay que aprovechar– tienen un doble acercamiento: las que están dadas de forma arbitraria como tu fecha de nacimiento, nivel socioeconómico y hasta tu localidad; y las que uno se crea, que es, en estricto sentido, el interés: si quieres algo, harás lo imposible por lograrlo.
La herencia es otro paquete, es completamente personal y cuenta, quizá, un poco más que las oportunidades. La herencia es la cultura de tu país, tu ascendencia, y varios elementos que no puedes controlar, pero que si tienes interés en algo, lo puedes cambiar, dado que tengas la oportunidad. Cierro con la idea de arriba: para ser muy bueno en algo, alguien tiene que darte la oportunidad de serlo.